Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-1986),
maestro espiritual francés de origen búlgaro, se
trasladó a Francia en 1937 donde dio lo esencial de su
enseñanza.
Fragmento de video (5 min) de una conferencia dada en Videlinata (Suiza) el 21 de marzo de 1981 « El discípulo debe convertirse en un ser perfecto »
A través de más de 5000 conferencias, explora
la naturaleza humana en su entorno, a escala individual, familiar,
social, planetaria. Aquél a quien llamamos Maestro, en
la acepción oriental del término referida al control
personal y al talento pedagógico, nos dice: «lo
que deseo con esta enseñanza, es daros nociones sobre
la vida, sobre vosotros mismos, cómo estáis construidos,
qué relaciones tenéis con todo el universo y qué intercambios
debéis hacer después entre vosotros y el universo,
que es la Vida»
Su objetivo prioritario es ayudar al hombre a reencontrar su
dimensión espiritual (a la que llama su naturaleza superior
o divina), a perfeccionarse, a reforzarse y alcanzar la plenitud
en el corazón del mundo donde se encuentra. Omraam Mikhaël
Aïvanhov precisa: «Sobre
todo, me he esforzado en aclarar un tema: las dos naturalezas
del ser humano, su naturaleza superior y su naturaleza inferior,
porque es la clave que permite resolver todos los problemas.»
Pero el trabajo interior, individual, se encuadra en una perspectiva
más amplia y universal: permite adquirir la consciencia
de que somos ciudadanos del cosmos, miembro de la gran familia
humana, la fraternidad universal, hijos e hijas de un mismo creador.
Aún más allá, la enseñanza del Maestro
Omraam Mikhaël Aïvanhov nos invita a participar en
la realización de una nueva edad de oro sobre la Tierra.
Por su irradiación y su enseñanza, el Maestro Omraam
Mikhaël Aïvanhov ha abierto a innumerables personas el
camino de la plenitud interior.
Reseña histórica
Nacido el 31 de enero de 1900 en Serbtzy (Macedonia), Mikhaël
Aïvanhov encontró al Maestro Peter Deunov en 1917 en
la ciudad búlgara de Varna. Después de los estudios
universitarios en Sofía, enseñó primero como
maestro y luego como profesor y a partir de 1934 fue director de
instituto. Al mismo tiempo seguía asiduamente la enseñanza
del Maestro Peter Deunov, quien era para él un campo infinito
de exploraciones y experiencias.
El Maestro Peter Deunov
Peter Deunov(1864-1944), hijo de un pope ortodoxo, destinado él
mismo a entrar en el clero, cursó estudios de teología
y medicina en Estados Unidos. De regreso a Bulgaria en 1895,
se encontró con el entorno rígido de las instituciones
y de los dogmas de la Iglesia ortodoxa.
Desde 1900, da conferencias públicas que insuflan una
vida nueva en las doctrinas cristianas tradicionales. Ayudado
por un grupo de discípulos, organiza congresos y, poco
a poco, su movimiento es conocido en toda Europa.
A comienzos del siglo XX, Peter Deunov funda la Fraternidad
Blanca en Bulgaria, donde su obra continúa irradiando.
En 1937, el Maestro Peter
Deunov contaba con varias decenas
de miles de discípulos. Previendo los acontecimientos políticos
y las persecuciones que iban a afectar a su país y a poner
en riesgo a la Fraternidad Blanca, escogió a Mikhaël
Aïvanhov para dar a conocer su enseñanza en Francia
y en el mundo.
El nombre Omraam
En 1959, el Hermano Mikhaël (tal como aún se le
llamaba entonces) partió a India. Allí encuentra
a Neem Karoli Baba, quien le dio el nombre de Omraam.
“Este nombre, comenta Georg Feuerstein, está compuesto
por Om y Ram, dos mantras muy conocidos en India que son dos
palabras sánscritas cargadas de poder.
Om es el mantra más sagrado de los hindúes.
Representa lo Absoluto o lo Divino.
La sílaba Ram , escrita en francés «Raam» para
que sea bien pronunciada, es el mantra que representa el elemento
fuego.
El Maestro explicaba el sentido iniciático de su nombre
de la siguiente forma:
«El nombre que se me dio en
India, Omraam, corresponde a los dos procesos «solve» y «coagula» de
los alquimistas: Om disuelve las cosas, las hace sutiles, y Raam
las materializa, las concretiza. El nombre Omraam es pues todo
un proceso de concretización: la idea invisible, impalpable,
que debe encarnarse en la tierra para que el mundo entero pueda
verla, tocarla.»
Hasta ese día, el Hermano Mikhaël no quiso que
sus discípulos le llamaran Maestro. Él mismo siempre
se había considerado como discípulo de su propio
Maestro, Peter Deunov . Entonces todo cambió . Sus discípulos,
que lo seguían desde hacía ya 22 años, insistieron
en manifestarle el respeto que merecía y, finalmente,
aceptó que se le llamara «Maestro».
Un verdadero Maestro, dice, es alguien que conoce la verdad,
que comprende perfectamente bien las leyes y los principios de
la existencia y los respeta. También tiene la voluntad
y la capacidad de controlar su mundo interior y de utilizar este
control con el único fin de manifestar todas las cualidades
y las virtudes del amor desinteresado.
El desinterés es el amor no egoísta, cuya expresión
más elevada en nuestro universo inmediato, según
Aïvanhov, es el sol.
También añade:
«El ideal del discípulo
es desprenderse de todas las limitaciones, eliminar todas las
trabas, para llegar a ser como la luz.»
Las trabas de las que habla Aïvanhov, son los límites
establecidos por la ego-personalidad, que nos impiden, de forma
casi total, ver las cosas tal como son, y pensar, sentir y actuar
en sintonía con la Realidad…
Georg Feuerstein
El misterio de la luz – Editorial Prosveta
En los años que siguieron y hasta su regreso al otro
mundo el 25 de diciembre de 1986, el Maestro Omraam Mikhaël
Aïvanhov dio, siempre gratuitamente, miles de conferencias
en Francia y en numerosos países.