La filosofía de la unidad
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Sólo un trabajo por la unidad salvará la
Tierra
Pensamiento del 1 de julio de 2003
El Cielo no cesa de enviar
a la Tierra corrientes de armonía
para llevar a los humanos hacia la unidad, y los que están
preparados para captar estas corrientes no deben esperar más
sino ponerse por fin a trabajar. El día en que realicen
esta unidad será el momento más bello de la historia
humana. ¡Cuántos cambios se producirán cuando
la Tierra forme una sola familia! Todos estos miles de millones
que se pierden inútilmente en armamento, en espionaje,
serán utilizados para la educación y el bienestar
de todos. Desgraciadamente, de momento todavía se cree
que estas ideas son irrealizables. Se dice: ¡utopía!... ¿Y
qué? Sólo esta utopía puede salvar a la
humanidad. Por mucho que los humanos hagan, por mucho que consideren
todas las demás soluciones, sólo hay una válida:
la de trabajar sin descanso para la unidad, cualesquiera que
sean las dificultades, cualesquiera que sean los esfuerzos que
haya que realizar. |
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La verdadera unidad de la que nada ni nadie está excluido
Pensamiento del 16 de noviembre de 2004 |
Cuando en el terreno político, económico,
se busca la unidad, se trata casi siempre de acuerdos fundados
sobre intereses egoístas, algo parecido a los bandidos que
se unen para cometer crímenes. Evidentemente eso no es la
verdadera unidad, pero es así como la comprenden: unirse
para lanzarse sobre cualquier otro y eliminarlo o incluso aniquilarlo.
Cuando los miembros de una nación dicen: «¡Unámonos!» y
esta unión sólo tiene por objetivo combatir al vecino,
no se puede hablar realmente de unidad. La verdadera unidad debe
ser siempre la más amplia posible. Si, en el cuerpo, un órgano
realiza la unidad para sí mismo sin trabajar en armonía
con los demás, quizás él se sienta bien, pero
los demás sufrirán y la unidad se verá por
tanto comprometida. Cuando hablamos de unidad, sobreentendemos
una unidad universal, cósmica, de la que nada ni nadie está excluido.
Pero esta unidad debe hacerse en primer lugar en nosotros mismos:
todas nuestras células, todas nuestras tendencias unidas
hacia Dios. Este esfuerzo que hacemos se reflejará sobre
las demás unidades y todas estas unidades desperdigadas
formarán, al juntarse, una unidad universal. |
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La unidad es la ley de la vida
Pensamiento del 12 de agosto
de 2003 |
Nunca permitan este estado de bifurcación en el que dos
pensamientos contrarios, dos deseos contrarios les zarandean y
les dejan desamparados y dislocados. Para escapar de esta situación
caótica deben crear la unidad en ustedes. «Unidad» significa
que todas las partes de la periferia están conectadas armoniosamente
con el centro, a fin de mantener el equilibrio necesario para la
manifestación y para la conservación de la vida.
Esta unidad es la ley de la vida: átomos, moléculas, órganos,
miembros, individuos, países, todos, en niveles diferentes,
deben converger hacia un centro, todos deben conectarse con el
centro, e incluso aferrarse a él para no ser llevados por
corrientes contrarias. En nosotros, este centro puede ser llamado
Dios, pero también puede ser un ideal muy elevado, una vocación.
El que no se une al centro mediante sus pensamientos, sus sentimientos
y sus actos, crea una división que, aunque dure poco tiempo,
aporta desórdenes, oposiciones, rupturas. |
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El centro y la periferia
Extracto de la Obras Completas – Volumen
17 |
« … Cuando se toma el camino hacia arriba
se constata que la multiplicidad de hechos y fenómenos
tiende a simplificarse cada vez más y a reducirse a algunas
leyes. Si se sigue subiendo, vemos que las leyes se resumen en
algunos principios, y más arriba aún lo que se
descubre es la unidad. Esta es la simplicidad: el número
1. Cuando nos alejamos de la fuente, del Creador, para explorar
la periferia comienzan las complicaciones, y nos enfrentamos
a todo tipo de cosas. Todos los malentendidos, todas las luchas
vienen del hecho de que las criaturas han dejado la «casa
paternal» para aventurarse en la periferia a tentar su
suerte.
Como los humanos no tienen ningún criterio, van a buscar
en los libros de filosofía explicaciones complicadas de
lo que les ocurre, ¡y es tan simple! Cuando sientan malestar,
algo que no vibra al unísono con la Causa Primera, sepan
que están alejándose, eso es todo, no busquen más
explicaciones. Y cuando, interiormente, todo se facilita y sienten
que se convierten en hijo de Dios, sepan que también se
acercan al sol espiritual, y que hay que continuar. Evidentemente,
siempre habrá algunas variaciones, como ocurre con el tiempo:
la primavera, el verano, el otoño, el invierno…” |
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« Mi Padre y yo somos uno »
Extracto de la Obras Completas – Volumen
17 |
“… Cuando se divide el uno por el infinito, se encuentra
la muerte (1/ ∞ =0). La vida se encuentra en el 1, por tanto
cada día es necesario trabajar para acercarnos al número
1, que es Dios mismo. Cuando Jesús decía: «Mi
Padre y yo somos uno», demostraba que había realizado
esta gran verdad, esta gran simplicidad. Quiso fundirse en el Padre
para hacerse Uno con Él. Todas las criaturas que no están
inspiradas por la filosofía de Jesús se complican
la existencia. Retengan estas palabras. Si me comprenden, su vida
tomará otra dirección, otro aspecto, otra luz, otro
color, otro sentido: el sentido de la vida…” |
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Consciencia de la universalidad
Extracto de la Colección
Sinopsis Vol. 2 |
La consciencia se despierta verdaderamente en el hombre cuando
se manifiesta en él la sensibilidad a las nociones de universalidad.
Esta facultad le permite sentir que los demás y él
mismo están estrechamente conectados, como las diferentes
partes de un organismo. Aunque aparentemente cada ser está aislado,
separado, en realidad hay una parte espiritual en él que
entra en la colectividad, que vive en todas las criaturas. En el
momento en que esta consciencia espiritual se despierta, cada uno
siente todo lo bueno o malo que le sucede a los demás como
si le ocurriera a él mismo, y se esfuerza en hacerles bien,
pues es a sí mismo a quien hace este bien. |
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