Agradecer
Extracto de las Obras Completas – Volumen
20
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Un hombre viene a quejarse de que es muy desgraciado.
Yo le pregunto: «¿Ha dado gracias usted hoy?
- ¿Dar gracias? ¿A quién? ¿Y por
qué?
- ¿Puede usted caminar?... ¿respirar?...
- Sí.
- ¿Ha comido?
- Sí.
- ¿Y puede usted abrir la boca para hablar?
- Sí
- Pues bien, agradézcaselo al Señor, porque hay
gente que no puede caminar, ni comer, ni abrir la boca. Usted
es desgraciado porque nunca ha pensado en agradecer. Para cambiar
su estado le haría falta en primer lugar reconocer que
nada es más
maravilloso que el hecho de estar vivo, de caminar, de mirar, de
hablar. Pero los humanos olvidan todo esto, por eso el Cielo les
hace pasar por grandes pruebas, para que aprendan, por fin, a ser
agradecidos.»
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Aprendan a agradecer
Extracto de las Obras Completas – Volumen
21 |
Aprendan a agradecer, pues el agradecimiento,
la gratitud son poderes que desintoxican el organismo, neutralizan
los venenos, renuevan los materiales. Por tanto, cada día,
varias veces al día, repitan: «Gracias, gracias,
gracias, gracias, gracias…»
Los humanos son ingratos con el Creador, ingratos con toda la Naturaleza
e incluso unos con otros. Pero la primera tarea del discípulo
que quiere perfeccionarse es aprender el agradecimiento, ya que
gracias a él algún día obtendrá la
clave de la transformación de la materia, de su propia materia.
Claro está, este trabajo quizás no cambie nada en
su apariencia física, pero la naturaleza de los elementos
que entran en la composición de su materia física
y psíquica será diferente, más sensible, más
sutil, más resistente, y ustedes sentirán que sus órganos
hacen mejor su trabajo. |
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Una palabra mágica: gracias
Pensamiento del 29 de octubre
de 2001 |
Cada día, consagren al menos algunos minutos a introducir
la armonía en ustedes. Cierren los ojos esforzándose
en liberar su pensamiento de las preocupaciones cotidianas, y diríjanlo
hacia las cimas, hacia las fuentes de la vida que alimentan todo
el universo. Cuando sientan que han detenido el raudal de pensamientos,
de sentimientos y de imágenes que les atraviesan, pronuncien
interiormente la palabra “gracias”. Esta es la palabra
más simple, pero es la que deshace todas las tensiones,
porque al agradecer ustedes se armonizan con el Cielo, salen del
círculo estrecho de su yo limitado para entrar en la paz
de la consciencia cósmica… Quédense el mayor
tiempo posible en este estado, y cuando vuelvan, sentirán
que hay elementos nuevos, muy preciosos, que se han introducido
en su ser: la serenidad, la lucidez, la fuerza. |
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